Centrarse, una invitación de Laia Monserrat

Laia Monserrat es psicóloga, psicoterapeuta en Leibterapia y asesora de empresas y lleva treinta años practicando zen y veinte enseñándolo en la línea de K.G. Dürckheim.

La autora de Un cerezo en el balcón o La revolución del hara comparte algunas ideas para que la dispersión no se adueñe de ti en estos tiempos de recogimiento y te invita a centrarte. Además, como verás en este artículo, Laia Monserrat está ofreciendo a través de Facebook una meditación diaria que puedes seguir gratuitamente.

Tal vez en estos momentos no sabes muy bien qué hacer, te parece que es un paréntesis que llenas con informaciones, juegos, películas, es decir, te distraes para ahuyentar el miedo, para calmar la sensación de desazón generalizada. Sin embargo, si lo piensas bien, verás que puedes hacer mucho más. 

Te voy a dar unas cuantas pistas. A ti te va a tocar explorarlas y profundizar. Solo te abro puertas y ventanas para que realmente respires un aire nuevo.

Puedes empezar por entrenarte en conectar con tu mundo interno. Por tomar consciencia de lo que sientes, de lo que experimentas. Puedes aprender a mirarte desde el amor, la compasión, a maternizarte y cuidarte sin juicios. Puedes entrenarte también en observar tu mente y en discernir qué pensamientos son los que vienen realmente para ayudarte y cuales son fruto de patrones limitantes. Puedes aprender a aceptar tus luces y tus sombras, sin esconderlas, sin querer huir de lo que no te gusta. 

Puedes entrenarte en reencontrarte con tu centro, con tu hara, si, ahí en tu vientre, en tu pelvis. Eso es centrarte, equilibrar tus emociones y enraizarte en un lugar de plenitud y fortaleza que siempre está disponible en ti. 

Aquí, si te has puesto en marcha, si estás entrenándote en esos diversos aspectos, sin querer resolver nada, sin querer ser perfecto, sino ampliando tu consciencia, empezarás a estar disponible para ese contacto profundo con lo sutil y maravilloso de la existencia. Lo esencial se acercará a ti y tal vez recibas un abrazo que te llene de una nueva dicha, el abrazo de tu ser esencial. 

Una vez empieces a entrenarte en ese tú a tú, verás que de ahí se derivan muchas cosas hacia los demás y hacia el entorno.  ¡Realmente ese el sentido! Porque cualquier ejercicio de clarificación del ego, si tiene la vista puesta en lo esencial, te abre hacia los demás, hacia el mundo y te lleva a actuar de una forma mucho más constructiva, amable y llena de sentido para todos.

En este retiro forzado que estamos viviendo, puedes aprender mucho y ser generador de una nueva consciencia. ¿Te atreves?

  • Te invito a que te unas a la meditación diaria que estoy proponiendo a través de la página Facebook Presencia Zen. Nos vemos a las 12h. 

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