Los Minimalistas y los datos que confirman que "lo que posees acabará poseyéndote"

Comprar hasta endeudarse, endeudarse para comprar y, lo peor de todo, no hallar en ello más que una satisfacción temporal y una frustración duradera, cuando lo comprado nos exige mantenimiento, más gastos o, sencillamente, queda obsoleto o se rompe. Los datos que exponen Joshua Fields Millburn y Ryan Nicodemus en el inicio de su nuevo libro, Ama a las personas, utiliza las cosas darán que pensar a más de uno y verifican, con contundencia, que “lo que posees acabará poseyéndote”. Sin embargo, a lo largo del libro, los dos autores, conocidos como “Los Minimalistas”, explican cómo evitar caer en esta dinámica consumista sin aparente fin.

Nuestras posesiones materiales son una manifestación física de nuestra vida interior. Eche un vistazo a su alrededor: angustia, dolor, inquietud, bien visibles en nuestro propio hogar. Las casas estadounidenses contienen un media de más de 300.000 cosas.[1] Con todas esas cosas, cabría pensar que estamos rebosantes de felicidad.[2] Sin embargo, un estudio tras otro demuestran lo contrario: estamos ansiosos, abrumados y abatidos. Más infelices que nunca, nos apaciguamos acumulando todavía más, ignorando el coste real de nuestro consumo.

La etiqueta del precio que cuelga de cada nuevo artilugio nos cuenta solo una fracción de la historia. El verdadero coste va mucho más allá de su precio. Está el coste de almacenar la cosa, mantener la cosa, limpiar la cosa, regar la cosa, cargar la cosa, complementar la cosa, repostar la cosa, cambiar el aceite a la cosa, reemplazar las pilas a la cosa, arreglar la cosa, repintar la cosa, cuidar la cosa, proteger la cosa. Y, por supuesto, una vez terminado todo esto, reemplazar la cosa.


(Por no hablar del coste emocional y psicológico que implican nuestras cosas, que son aún más difíciles de cuantificar.) Si lo sumamos todo, el coste real de poseer algo es inconmensurable. Así que es mejor escoger cuidadosamente qué cosas introducimos en nuestra vida, porque no nos podemos permitir todas las cosas.

En serio, no podemos permitírnoslo, literal y figurativamente. Pero en lugar de aplazar la satisfacción y resistir temporalmente la tentación de poseer de la cosa, nos endeudamos. El americano medio lleva aproximadamente tres tarjetas de crédito en la cartera.[3] Uno de cada diez tiene más de diez tarjetas de crédito activas. Y la media de la deuda de las tarjetas de crédito es de más de 16.000 dólares.[4]

Peor todavía. Incluso antes de la pandemia de 2020, más del 80% de los estadounidenses estábamos endeudados,[5] y la deuda total de los consumidores en Estados Unidos superaba los 14 billones de dólares.[6] Bien, al menos tenemos algunas explicaciones plausibles, aunque lamentables: gastamos más en zapatos, joyas y relojes que en educación superior.[7] Nuestras casas, en constante ampliación –han más que duplicado su tamaño en los últimos cincuenta años–,[8] contienen más televisores que personas.[9] Cada estadounidense, de promedio, tira 36 kilos de ropa todos los años, aunque el 95% de esta podría reutilizarse o reciclarse.[10] Y nuestras comunidades disponen de más centros comerciales que institutos de secundaria.[11]

Hablando de escuelas secundarias, ¿sabía usted que el 93% de los adolescentes considera las compras como su pasatiempo favorito?[12] ¿Ir de compras es un pasatiempo? Eso parece, ya que gastamos 1,2 billones de dólares cada año en bienes no esenciales.[13] Para que quede claro, eso significa que gastamos más de un billón de dólares al año en cosas que no necesitamos.

¿Sabe cuánto tiempo se tarda en gastar un billón de dólares? Si usted saliera y gastara un dólar cada segundo –un dólar, dos dólares, tres dólares– necesitaría más de 95.000 años en gastar un billón de dólares. De hecho, si hubiera gastado un millón de dólares todos los días desde el nacimiento de Buda, todavía no habría gastado un billón de dólares a día de hoy.

Con todo este gasto, ¿nos extraña que aproximadamente en la mitad de los hogares de Estados Unidos no se ahorre ni un céntimo? Resulta que más del 50% de la población no tiene suficiente dinero disponible para cubrir ni siquiera un mes de pérdidas en ingresos;[14] el 62% no tiene 1.000 dólares ahorrados;[15] y casi la mitad no podría reunir 400 dólares para una emergencia.[16] Este no es simplemente un problema de ingresos, es un problema de gastos que afecta no solo a las personas con ingresos bajos, sino también a las personas con sueldos de seis cifras: casi el 25% de los hogares que ingresan entre 100.000 y 150.000 dólares al año dicen que les resultaría difícil reunir 2.000 dólares extras en un mes.[17] Toda esta deuda es especialmente aterradora cuando sabemos que el 60% de los hogares experimentará un «shock económico» en los próximos doce meses.[18] Todo lo anterior era cierto incluso antes de la recesión económica de 2020; esa crisis no ha hecho más que poner de relieve el poco margen que tenemos.

Sin embargo, seguimos gastando, consumiendo, creciendo. El tamaño de una casa nueva se acerca de media rápidamente a los 280 metros cuadrados.[19] Sin embargo, con todo ese espacio disponible, todavía hay más de 52.000 trasteros de almacenamiento en todo el país,[20] ¡cuadruplica con creces la cantidad de Starbucks!

Ni siquiera con casas más grandes y trasteros atiborrados de cosas tenemos suficiente espacio para aparcar el coche en el garaje,[21] porque resulta que el garaje también está a tope de cosas: artículos deportivos que no usamos, equipos de ejercicio físico, material de camping, revistas, DVD, discos compactos, ropa vieja, aparatos electrónicos y muebles, cajas y cubos se amontonan desde el suelo hasta el techo, llenos de cosas que no utilizamos.

Ah, que no se nos olviden los juguetes de los niños. A pesar de que solo representan algo más del 3% de la población infantil mundial, los niños estadounidenses consumen el 40% de los juguetes del mundo.[22] ¿Sabía que cada niño posee una media de más de 200 juguetes,[23] pero juega solo con 12 de esos juguetes cada día? No obstante, un estudio reciente ha demostrado lo que los padres ya saben: los niños que tienen demasiados juguetes se distraen con más facilidad[24] y no disfrutan de un tiempo de juego de calidad.

Como adultos, nosotros tenemos nuestros propios juguetes para distraernos, ¿no? Sin ninguna duda. Si todo el mundo consumiera como los estadounidenses, necesitaríamos casi cinco Tierras para mantener nuestro consumo desenfrenado.[25]

El dicho popular «las cosas que poseemos terminan poseyéndonos» hoy parece más cierto que nunca.

Pero no tiene por qué ser así.

Notas bibliográficas:

  1. Mary MacVean, «For many people, gathering possessions is just the stuff of life», Los Angeles Times, 21 de marzo de 2014.

  2. Jamie Ducharme,«A Lot of Americans Are More Anxious Than They Were Last Year, a New Poll Says», Time, 8 de mayo de 2018.

  3. Louis DeNicola, «How many credit cards does the average American have?», Credit Karma, 6 de octubre de 2020.

  4. Jessica Dickler,«US households now have over $16,000 in credit-card debt», CNBC, 13 de diciembre de 2016.

  5. SusanK.Urahnetal.,«The complex story of American debt»,The Pew Charitable Trusts, julio de 2015.

  6. Jeff Cox, «Consumer debt hits new record of $14.3 trillion», CNBC, 5 de mayo de 2020.

  7. Peter G. Stromberg, Ph.D., «Do Americans consume too much?», Psychology Today, 29 de julio de 2012.

  8. Margot Adler, «Behind the ever-expanding American dream house», NPR, 4 de julio de 2006.

  9. Hillary Mayell, «As consumerism spreads, Earth suffers, study says», National Geographic, 12 de enero de 2004.

  10. Eleanor Goldberg, «You’re probably going to throw away 81 pounds of clothing this year», HuffPost, 8 de junio de 2016.

  11. John de Graaf et al.,Affluenza,1 de septiembre de 2005.

  12. Ibid.

  13. Mark Whitehouse, «Number of the week: Americans buy more stuff they don’t need», The Wall Street Journal, 23 de abril de 2011.

  14. Maurie Backman, «Guess how many Americans struggle to come up with $400», The Motley Fool, 5 de junio de 2016.

  15. Maurie Backman, «62% of Americans have less than $1,000 in savings», The Motley Fool, 28 de marzo de 2016.

  16. Maurie Backman, «Guess how many Americans struggle to come up with $400», The Motley Fool, 5 de junio de 2016.

  17. Ibid.

  18. Hassan Burke et al., «How do families cope with financial shocks?», The Pew Charitable Trusts, octubre de 2015.

  19. Robert Dietz,«Single-family home size increases at the start of 2018», Eye on Housing, 21 de mayo de 2018.

  20. John Egan, «Guess how many U.S. storage facilities there are versus Subway, McDonald’s and Starbucks», SpareFoot Blog, 11 de mayo de 2015.

  21. «Almost 1 in 4 Americans say their garage is too cluttered to fit their car», Cision PR Newswire, 9 de junio de 2015.

  22. «University of California TV series looks at clutter epidemic in middle- class American homes», UCTV, s.f.

  23. «Ten-year-olds have £7,000 worth of toys but play with just £330», The Telegraph, 20 de octubre de 2010.

  24. University of Toledo, s.f.

  25. Malavika Vyawahare, «If everyone lived like Americans, we would need five Earths», Hindustan Times, 2 de agosto de 2017.

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