Práctica contemplativa y meditación guiada de Pilar Aguilera(Día 5): Tus padres, el amor del cosmos

En estos momentos de incertidumbre en los que es necesario el recogimiento, la autora Pilar Aguilera comparte una serie de prácticas contemplativas diarias diseñadas expresamente para ayudarte a generar solidez, frescura y presencia en el día a día del hogar.

  • La práctica meditativa consiste en la escucha de la meditación y la lectura y reflexión del texto que sigue en este artículo, inspirado en su libro El despertar de tu presencia.

Escuchar meditación

Somos una semilla en la naturaleza del cosmos. Nuestra madre y nuestro padre son transmisores de cualidades nutritivas como el amor y la bondad. Ellos estimulan nuestra continuación y, en su momento, plantaron una semilla, que eres tú, en la fuente del cosmos.

Esta meditación nos invita a penetrar en la energía de la transmisión ofrecida por nuestros ancestros, nuestra madre y nuestro padre, y a mirar profundamente en la semilla del amor y la bondad, tanto en nuestros padres como en nosotros, como continuación de ellos, y que manifestamos en el inmenso cosmos.

Posiblemente, si la relación con nuestra madre o padre ha sido difícil y sentimos dificultad en manifestar las cualidades del amor y la bondad a través de ellos, en esta meditación nos abriremos a reconocer y mirar profundamente, más allá de las formaciones que hemos fijado en nuestra conciencia a lo largo de los años. Contemplaremos las muestras de amor y bondad, por sencillas que nos parezcan, que nos han sido transmitidas por ellos y que podrían ir mucho más allá de su propia conciencia. El simple hecho de darnos a luz es el más bello acto de amor y bondad que un ser pueda recibir de sus padres. Nuestros padres nos ofrecieron cobijo, un techo bajo el que guarecernos del frío, un plato donde alimentarnos, una educación y quizás grandes o reducidas muestras de cariño y afecto de acuerdo a su comprensión y circunstancias de vida. Si permanecemos en calma, permitiendo que nuestra mirada se torne clara y compasiva, contemplaremos las múltiples muestra de amor y bondad que brillan en el corazón de nuestros padres y que continúan a través de la semilla que ellos han depositado en nosotros.

Nuestros pies son dos raíces profundas que nos arraigan a la tierra conectándonos simbólicamente con nuestros ancestros cercanos y lejanos. A través de nuestro pie derecho, conectamos con la energía de nuestra madre en nosotros y, a través de nuestro pie izquierdo, conectaremos con la energía de nuestro padre.

Esta meditación puede realizarse en la posición sentada, pero también caminando de tal forma que con cada pie apoyado en la tierra sientas la energía de tus padres. Al inspirar, das un paso con tu pie derecho y te abres a la energía de transmisión de tu madre; al espirar, das un paso con tu pie izquierdo y te abres a la energía de transmisión de tu padre en todo el recorrido de la meditación guiada. Irás alternando cada paso con tu pie derecho e izquierdo en armonía con tu inspiración y espiración.

Es probable que en esta época de confinación tengas seres queridos que habitan en la distancia. Quizás tu madre o/y tu padre residan lejos de ti y los añores más que nunca. Éste es un momento precioso para reverenciar la presencia de tus padres y enviarles la energía de amor y bondad que sólo tú puedes generar cuando caminas plenamente consciente y plantas semillas de amor y bondad con cada pie.

Hoy realizarás esta práctica de meditación desde tu propio hogar, caminando en plena consciencia por el espacio generoso y protector de tus cuatro paredes. Con cada paso, y en armonía con la guía de meditación que escucharás en el audio, sentirás que de tu corazón brota amor y bondad hacia tus seres más queridos.

Cuando tu corazón se abre como un sol, el amor viaja lejos, no importa bajo qué circunstancias.

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