La vocación filosófica de Śaṁkara explicada por Héctor Sevilla

El doctor en filosofía Héctor Sevilla, miembro de la Asociación Filosófica de México entre otras entidades, explica en Espiritualidad filosófica las contribuciones de Śaṁkara, encomiable pensador hindú de la no-dualidad. El libro aborda también otros pensadores, como el de Nāgārjuna y Nishitani.

La obra filosófica de todo escritor suele desarrollarse en consonancia con los acontecimientos centrales de su existencia. La cotidianidad dota los elementos que permean el pensamiento que luego es volcado al papel por mediación de las letras. En algunos casos tenemos la dicha de conocer detalles específicos y anécdotas de los filósofos; en otros, como sucede con Śaṁkara, los detalles de su vida permanecen oscuros, sin claridad o hasta nebulosos. No obstante, podemos descifrar algunas características de su vida en función de su producción, de su labor y de sus ideas escritas. Justamente, de Śaṁkara se conocen sus postulados más que los detalles de su vida, cuestión que coincide con lo que, en buena medida, acontece con otros filósofos de la India.

Martín señala que «la duración de su vida, según la tradición más conocida, es del 788 al 820 d.C., tan breve que se sospecha, teniendo en cuenta su vasta obra, que el último año sea la de su nacimiento como asceta»;[1] de ser ciertas tales conjeturas, existe un pleno desconocimiento de lo que Śaṁkara realizó posteriormente. De lo que no hay duda es de la importancia de su pensamiento para la estructuración de la filosofía de la India; en tal sentido, en forma unánime se ha considerado que Śaṁkara es «el codificador del Advaita Vāda (doctrina de la no‐dualidad)».[2]

Śaṁkara fue autor de varios tratados, himnos e interpretaciones,[3] entre las que sobresale principalmente el estudio titulado Drig-driśya-viveka, que aborda el tema del discernimiento.[4] Śaṁkara tuvo la sagacidad de hacer perpetuar su pensamiento fundando la escuela Vedānta no-dualista, la cual es mejor conocida como Advaita-Vedānta. El sistema que propuso Śaṁkara constituye la propuesta filosófica más popular en la India. Después del yoga y el budismo, es el sistema de pensamiento más conocido en Occidente. En su pensamiento, Śaṁkara sostiene que la única identidad real es el Brahman-Ātman, por lo que todo lo que se considera fuera de eso es un producto de la ignorancia (avidyā).

La síntesis fundamental del pensamiento de este filósofo podría mencionarse en tres postulados: a) Brahman es la única realidad; b) el mundo es un fenómeno ilusorio; c) el alma encarnada es Brahman.

Esto implica que para Śaṁkara existe una realidad verdadera que el hombre no es capaz de ver; de tal modo, creyendo ver, el hombre distorsiona a Brahman y le adjudica maquillajes que no coinciden con lo que realmente es. Por el contrario, cuando un individuo toma conciencia de que lo que considera el Ser Absoluto es en realidad una pantomima, al menos en cuanto al carácter ficticio y de mera apariencia que le ha adjudicado, se encuentra en el punto de partida de una mística que inicia, precisamente, con el reconocimiento de que lo Absoluto no puede ser comprendido mediante una óptica humana distorsionante.

Contemplar la vacuidad de las representaciones con las que se busca comprender al Ser Absoluto, lo Uno, la completa pureza, constituye la pauta que, si se logra renunciar a las creencias, posibilita el reconocimiento de los límites de la cognición humana terrenal.

Adi Śaṁkara, al que también se le conoce como Śaṁkara, Sankara, Samkarākārya, entre otras denominaciones, «realizó una gran labor filosófica en su empeño por aclarar y unificar de manera racional las dispersas verdades upanisádicas».[5] Su importancia es de tal magnitud que es reconocido como el máximo representante del pensamiento vedānta, particularmente en su dimensión más filosófica, es decir, la Advaita. Martín no duda en referirse a él como «el filósofo más eximio de la India»,[6] idea que mantiene en otras de sus obras.[7]

Uno de los grandes aportes de Śaṁkara consiste en lograr establecer una vivencia de lo espiritual fundamentada en la labor filosófica, es decir, con el sustento de la inteligencia y la disposición. De tal modo, con Śaṁkara, el esfuerzo racional es la antesala a un estado transracional, el cual es dador de una plenitud espiritual que permite un sentido para toda la existencia humana. Guiado inicialmente por su maestro Gauḍapāda, Śaṁkara realizó una exégesis en la que concibe la posibilidad de liberación del ātman o el sí mismo; una de las más altas esferas de tal liberación es la que antecede a la identidad con Brahman, la cual es nominada turīya.

Héctor Sevilla.

Si bien Śaṁkara coincidió con algunos postulados del budismo, son notables algunas de sus diferencias con el mismo. Ingalls se ocupó de referir varias de las controversias entre el pensamiento de Śaṁkara y las tradiciones budistas;[8] en su estudio señala que algunos de los más entusiastas seguidores de Śaṁkara lo consideran en pugna directa con las ideas centrales del budismo; a diferencia de ellos, la contraparte atribuye rasgos budistas en el corazón del pensamiento del filósofo del Advaita. El método de comparación utilizado por Ingalls consistió en la revisión pormenorizada de las ideas destiladas en las obras de Śaṁkara, principalmente en el Brahma-sūtra-bhāsya y el Bṛhadāraṇyaka Upaniṣad, así como la comparación de los comentarios realizados por Bhāskara y Śaṁkara en el Brahma-sūtra.

Héctor Sevilla es doctor en Filosofía, miembro de la Asociación Filosófica de México, de la Asociación Transpersonal Iberoamericana y de la Sociedad Académica de Filosofía de España. Es profesor e investigador de la Universidad de Guadalajara y autor, entre otros reconocidos títulos, de Espiritualidad filosófica.

La diferencia más aguda entre ambos pensadores se asocia a la idea de identidad y el concepto de Testigo que maneja Śaṁkara. Es claro que, no obstante la existencia de conexiones y vínculos, la escuela Advaita ha permanecido distinguida del enfoque budista. Justo es eso lo que intentó Śaṁkara en su momento: realizar una nueva interpretación del Advaita a partir de (pero no en fundamento con) la tradición budista que dominaba en la India durante su época. Ciertamente, a diferencia del budismo, en el Advaita se entiende que la realidad completa es una sola alma, por tanto, se afirma que todo lo que existe es Brahman y que somos reflejo de lo Absoluto.

Muchos de los textos de Śaṁkara fueron elaborados para la comprensión de las diferencias mantenidas con otros enfoques y filosofías de su tiempo. Se suelen atribuir a Śaṁkara una serie de comentarios realizados a propósito de la Bhagavad-Gītā. En los setecientos versos del libro referido convergen y se dan cita las principales doctrinas nacidas de los Vedas, es decir, el conjunto de las escrituras hindúes. La enseñanza central del Veda se desarrolla a través de sentencias que abordan el problema del alma y del Ser absoluto. En una de las ediciones de la Bhagavad-Gītā, detalladamente preparada por Gambirananda, se incluyen los comentarios de Śaṁkara. Los versos de tal libro tienen una línea homogénea que converge, a pesar de las diversidades de estilos; esto concuerda con la labor interpretativa de Śaṁkara, quien «en sus comentarios nos demuestra que si convergen en ellos diferentes sentidos del filosofar se trata más bien de modos diversos de acercamiento a una misma enseñanza fundamental».[9]

Por otro lado, no hay elementos definitivos que confirmen que el Viveka-Suda-Mani, obra introductoria y sintética del pensamiento advaita, sea de la autoría de Śaṁkara; no obstante, usualmente es atribuida a él. Esta obra está compuesta de una brillante explicación de la experiencia de conocer y del modo en que el acto de conocer es una manera de ser junto con el objeto de conocimiento, es decir, una especie de unificación entre lo conocido y el cognoscente, al punto en que no hay distinción entre ellos. Desde esta óptica, cuando se profundiza la visión hacia las cosas, a la manera de una contemplación aguda y penetrante, se logra comprender que en esencia todo lo existente persiste en una conexión global, en una unión que, de acuerdo con el filósofo indio, es la presencia de Brahman vivida y acontecida en la realidad completa.

Todo este Conocimiento no es transmisible, sino que es producción de la interiorización del individuo consigo mismo en torno a lo que está a su rededor.

Lo que un maestro puede enseñar se restringe a datos, instrucciones, caminos o cultura, pero nunca puede inculcar la experiencia del recorrido.

Según Śaṁkara, lo Uno sin segundo, Brahman, es nuestra esencia, el yo verdadero. Lo que estorba para ser conscientes de ello es la ignorancia, a partir de la cual se permite la ilusión de las diferencias entre las cosas. No obstante, la percepción de la diferencia está enraizada en una fantasía, de la cual solo se logra salir mediante el Conocimiento‐Conciencia, que es accesible a través de la inteligencia, la reflexión y la meditación; estos procesos, a la vez, son complementados pero no sustanciados por la acción.

La condición evidente del que ha logrado la libertad en tal visión consiste en la comprensión de que todo lo perceptible es solo un reflejo de Brahman, el Eso que está en el fondo de todo. Por todo ello, el sustento de la no-dualidad, lo cual no significa completa igualdad, es el objeto de estudio del pensador que nos ocupa. En medida que logró profundizar en este orden de ideas, la figura de Śaṁkara fue realzada hasta el punto en que se lo ha representado como un místico shivaíta, con lo cual se acentúa su asociación con la sabiduría.

La obra de Śaṁkara permitió la recuperación de cierta unidad en el hinduismo, al menos en lo que refiere a la claridad de las diferencias entre sí, lo cual ya era un avance.

De acuerdo con Raphael, maestro vedāntin, la esencia del mensaje del Advaita se encuentra principalmente en los libros Vākyavritti, Ātmabodha, Daksināmūrtistotra, Sivapañcāksaram y el Jīvanmuktānandalaharī. Los temas tratados en cada uno de ellos, en el mismo orden, son las sentencias del Veda, la mística de la no‐dualidad, la divinidad del sur, la realidad y la libertad plena. No debe considerarse a Śaṁkara como el autor de los Vedas, ni como el fundador del pensamiento sobre la no‐dualidad, sino como quien tuvo la capacidad y la armonía de ilustrar o codificar, por mediación de comentarios didácticos y concisos, el conjunto de enseñanzas implícitas en las Upaniṣads.

Los métodos de enseñanza de Śaṁkara han sido motivo de diversos estudios, entre los que destaca el realizado por Suthren,[10] en el cual se muestra la necesidad de la enseñanza, el método, la persona del maestro, el contexto y el fin de las labores docentes en consonancia con lo expuesto con el filósofo del Advaita. A su vez, cabe referir la obra de Martin‐Dubost,[11] quien realizó una detallada profundización sobre los aspectos biográficos de Śaṁkara.

Partiendo de las interpretaciones del filósofo de la no-dualidad se logra «rastrear la línea esencial de la investigación upanisádica».[12] El fundamento central de las ideaciones de Śaṁkara, la esencia elemental desde la cual parten, consiste en que el verdadero ser del hombre coincide con el Ser Absoluto. Justamente, la apreciación de coincidencia nulifica la posibilidad de identidad total, pero al mismo tiempo se trata de una no-dualidad, una sustancia que ha sido diversificada, pero que mantiene la unidad íntima.

Así, en consideración de que Brahman está (y es) en todo lo existente, cabe preguntar, concerniente a este punto, cuál es el vínculo entre un pensamiento de este tipo y la mística de la vacuidad. Una posible respuesta a tal interrogante es que para llegar al punto del Conocimiento en el que se obtiene la Conciencia de la no‐dualidad ha sido menester el vaciamiento del conjunto de ilusiones que siembran en nuestro juicio la ideación de las diferencias. Observar la dualidad, considerarla real, centrarse en la separación de las cosas, percibirlas sin conexión entre sí o constantemente dispersas, es fruto de la ignorancia que encuentra su nido en la limitada ejecución de ejercicios de vaciamiento.

Permanecer sin el mínimo planteamiento de duda, sujetos al saṃsāra, sumidos en la ignorancia, es abrazar confortablemente un paradigma de dualidad, de dicotomía y separación.

La mística de la vacuidad implícita en el pensamiento de Śaṁkara, usualmente no referida y mucho menos sentenciada, consiste en la renuncia a las convenciones desde las cuales regimos nuestras ideas y percepciones de lo que nos rodea, de lo que otros son y de lo que somos; a tal punto llega la ceguera que por la creencia de ver se mantiene la percepción de la diferencia entre cada una de esas entidades. No hay Conciencia plena sin la eliminación de la convención, sin el ejercicio de la vacuidad.

Notas:

[1] Martín, Bhagavad-Gītâ. Con los comentarios advaita de Sankara, pág. 17.

[2] Raphael, «Presentación»; en: Śaṁkara, La esencia del Vedānta, pág. 7.

[3] Una de sus más célebres interpretaciones es la realizada a las kārikā de Gauḍapāda, compilada en el libro titulado Conciencia y realidad (Trotta, Madrid, 1998).

[4] La obra fue traducida al español y publicada con el título Discernimiento. Estudio y comentario del tratado «Drig-driśya-viveka» de Śaṁkara (Trotta, Madrid, 2006).

[5] Martín, Op. cit., pág. 17.

[6] Idem.

[7] Cfr. Martín, Conciencia y realidad. Estudio sobre la metafísica Advaita, 1998; Martín, Upanisad. Con los comentarios Advaita de Sankara, 2001.

[8] Cfr. Ingalls, «Śaṁkara’s Arguments against the Buddhists»; en: Philosophy East and West 3,4, págs. 291-306.

[9]. Martín, Bhagavad-Gītâ. Con los comentarios Advaita de Sankara, pág. 17.

[10] Suthren, Śaṁkara’s Advaita Vedânta. A way of teaching, 2005.

[11] Martin-Dubost, Śaṁkara e il vedānta, 1989.

[12] Martín, Bhagavad-Gītâ. Con los comentarios Advaita de Sankara, pág. 10.

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