Los chéng yǔ: Las "frases hechas" del idioma chino con un legado histórico milenario
Los chéng yǔ se traducen generalmente como “frases hechas”, tienen un origen remoto que se remonta a milenios atrás y muchas de las historias que cuentan provienen de textos clásicos, como el conocido El arte de la guerra o textos del taoísmo filosófico.
María Eugenia Manrique dedica su último libro Sabiduría de la antigua China a compartir proverbios, cuentos y leyendas del chéng yǔ y en este fragmento de la obra explica su significado, otros géneros de frases hechas y las razones de su importancia histórica y presente.
Descendiente de la familia lingüística sino-tibetana, el idioma chino atesora en su evolución una serie de frases idiomáticas conocidas como chéng yǔ, las cuales forman parte de un legado histórico milenario. Traducido generalmente como «frases hechas», el término chéng yǔ, está formado por dos sinogramas cuyo significado textual es: 成 transformarse - 语 idioma. De esta traducción más literal, se podría deducir que los chéng yǔ son consecuencia de una experiencia reflexiva, la cual se ha transformado en forma idiomática para su transmisión.
Al ser clasificadas como «frases hechas», es importante advertir que además de los chéng yǔ existen otros géneros dentro de estas frases, y estos se han de diferenciar a fin de poder apreciar las particulares características que confieren un interés especial a los chéng yǔ.
Otros tres géneros de frases hechas en el idioma chino son los siguientes:
— Xiē hò yǔ 歇后语: sentencias alegóricas, atribuidas en su origen a los trabajadores chinos de épocas antiguas. En su estructura se distinguen dos partes; una inicial descriptiva que abre la frase y la segunda que la respalda y le da sentido.
— Diǎn gù 典故: citas clásicas conocidas como alusiones referenciales, asociadas a una narración que facilita su comprensión. Son probablemente las menos utilizadas en el lenguaje común y no suelen tener un contenido moral implícito.
— Yàn yǔ 谚语: dichos breves de carácter popular, llamados comúnmente proverbios, formados por palabras sencillas que expresan una verdad profunda.
Sin restarle interés lingüístico-cultural a las anteriores formas de frases, los chéng yǔ tienen características que los distinguen especialmente, confiriéndoles un atractivo especial que se extiende fuera de los límites del estudio del propio idioma en sí, además de ser las frases idiomáticas más conocidas y utilizadas comúnmente en la actualidad, son mucho más en cantidad con respecto a las otras unidades fraseológicas del idioma chino.[1]
Derivados de un lenguaje legendario y atávico, una de las peculiaridades de los chéng yǔ es que, con algunas excepciones, casi todos están formados solamente por cuatro caracteres o sinogramas, los cuales por sí solos no explican el contenido de la frase.
Por esta razón no pueden ser traducidos literalmente, ya que el verdadero significado y trasfondo filosófico es mucho más amplio de lo que pudiera entenderse a partir de los cuatro caracteres.
En su gran mayoría, los chéng yǔ se encuentran relacionados con una historia, leyenda o anécdota de la literatura clásica a la cual se le atribuye su origen, de ahí que también se les denomine gùshì chéng yǔ, término que puede entenderse como «idioma de la historia».
Entre los textos clásicos que contienen las historias que han dado origen a los chéng yǔ, se encuentran: El arte de la guerra escrito por el famoso estratega militar Sūn zǐ a finales del siglo IV a. C. Uno de los libros más antiguos escritos sobre el tema. Las enseñanzas y estrategias registradas en este libro se aplican en la actualidad como guía para la gestión de conflictos en los ámbitos corporativos y de administración empresarial.
Otras fuentes del chéng yǔ son los Cinco clásicos confucianos y las Analectas de Confucio, una recopilación de las conversaciones entre el maestro y sus discípulos, conocida como Discusión sobre el significado de las palabras. En los textos clásicos del taoísmo filosófico como el Liè zĭ también se encuentran frases y relatos que se han transformado en chéng yǔ. Asimismo los encontramos en relatos populares similares a las fábulas occidentales en las cuales los animales son protagonistas. Prácticamente se podría decir que estas frases representan una vía de aproximación tanto a la literatura clásica china como a la cultura popular, que se mantienen vigentes en el pensamiento chino actual, reflejándose a través del uso idiomático de la lengua.
Al igual que muchas otras transmisiones de China, los chéng yǔ llegaron a Japón donde fueron adoptados recibiendo el nombre de yojijukugo traducido como: «lenguaje idiomático de cuatro caracteres». Aunque un gran número de las frases idiomáticas japonesas de cuatro caracteres tienen su procedencia en el idioma y la historia china, muchas otras son totalmente japonesas, igualmente con un contenido de enseñanza, en muchos casos originados de los textos budistas y sintoístas.
Independientemente del aprendizaje del idioma, para el cual se hace indispensable el estudio de estas frases idiomáticas vinculadas a relatos y leyendas, las históricas de los chéng yǔ nos ofrecen a través de su lectura la oportunidad de aproximarnos al origen de esa sabiduría ancestral que acompaña al ser humano en su evolución. Aparentemente sencillas y en muchos casos divertidas, cada una de estas frases lleva intrínseca una experiencia reflexiva que seguramente resultará vinculante con vivencias personales, leyendas o fábulas familiares.
Conocer los chéng yǔ nos demuestra que, más allá de las diferencias idiomáticas, siempre existen espacios de conexión donde las diferentes culturas se identifican y se retroalimentan, espacios dentro de los cuales se hace posible descubrir nuevas vías, para el encuentro con esa gran diversidad que enriquece la existencia humana.
Notas:
[1] «El diccionario en el que se recopilan más chéng yǔ contiene dos millones de expresiones, mientras que el número de dichas unidades incluidas en un diccionario común en nuestros días solo alcanza la cifra de 5.000, entre las cuales, alrededor de 3.000 son de uso común. Según Sun Weizhang, en el Diccionario de chéng yǔ (1985) se han recogido alrededor de 5.500 chéng yǔ, pero una pequeña parte de esas unidades pertenece a otros tipos de unidades fraseológicas. Se ha podido determinar el origen de aproximadamente 3.300 De ellos, alrededor de 2.800 unidades (un poco menos de 85% de la cifra total de los chéng yǔ contenidos en dicho diccionario) aparecen en las obras literarias o archivos antes de la dinastía Song (960-1279), mientras que solo alrededor de 500 unidades (el 15% de la cifra total) se originan en los textos después de la dinastía Yuan (1271-1368)».
Fuente: La fraseología en chino y en español: caracterización y clasificación de las unidades fraseológicas y simbología de los zoónimos. Un estudio contrastivo. Tesis doctoral inédita leída en la Universidad Autónoma de Madrid, Facultad de Filosofía y Letras, Departamento de Filología Española. Fecha de lectura: 17-11-2014. Autor: Wu, Fan.