La fabricación de la locura

0,00 €

Thomas S. Szasz

La psiquiatría –viene a decir el doctor Szasz- es un fenómeno de segregación social, un invento de los psiquiatras, que son los modernos cazadores de brujas;  la psiquiatría es un nuevo instrumento sibilino de dominación por parte del Establishment o por parte del Estado Totalitario; el psiquiatra substituye al verdugo, el “loco” al hereje, el sanatorio mental al campo de concentración. Cambian los métodos pero permanece la violencia. Se alimenta el círculo vicioso de la agresividad latente, de la sobrerrepresión innecesaria.

Para justificar su punto de vista Thomas S. Szasz lleva a cabo un estudio comparativo entre la inquisición y ciertas prácticas de la psiquiatría, mostrando los ingredientes represivos de la primera, elementos que pasarán a nuestros días arropados con una terminología pretendidamente científica. En el Medioevo, para ser declarado satanista bastaba con descubrir supuestos estigmas en la víctima. Una vez demostrada –o arrancada- la culpabilidad se incineraba al “poseso”. Hoy, para ser diagnosticado “enfermo mental”, basta que el psiquiatra extraiga de nosotros una “confesión” o que involuntariamente presentemos determinados “síntomas”. A continuación el  paciente –antes el hereje- será rechazado como individuo incómodo o peligroso. El círculo represivo queda cerrado. El Sistema, para su sobrevivencia, extirpa de su propio cuerpo al Otro.

Añadir al carrito

Thomas S. Szasz

La psiquiatría –viene a decir el doctor Szasz- es un fenómeno de segregación social, un invento de los psiquiatras, que son los modernos cazadores de brujas;  la psiquiatría es un nuevo instrumento sibilino de dominación por parte del Establishment o por parte del Estado Totalitario; el psiquiatra substituye al verdugo, el “loco” al hereje, el sanatorio mental al campo de concentración. Cambian los métodos pero permanece la violencia. Se alimenta el círculo vicioso de la agresividad latente, de la sobrerrepresión innecesaria.

Para justificar su punto de vista Thomas S. Szasz lleva a cabo un estudio comparativo entre la inquisición y ciertas prácticas de la psiquiatría, mostrando los ingredientes represivos de la primera, elementos que pasarán a nuestros días arropados con una terminología pretendidamente científica. En el Medioevo, para ser declarado satanista bastaba con descubrir supuestos estigmas en la víctima. Una vez demostrada –o arrancada- la culpabilidad se incineraba al “poseso”. Hoy, para ser diagnosticado “enfermo mental”, basta que el psiquiatra extraiga de nosotros una “confesión” o que involuntariamente presentemos determinados “síntomas”. A continuación el  paciente –antes el hereje- será rechazado como individuo incómodo o peligroso. El círculo represivo queda cerrado. El Sistema, para su sobrevivencia, extirpa de su propio cuerpo al Otro.

Thomas S. Szasz

La psiquiatría –viene a decir el doctor Szasz- es un fenómeno de segregación social, un invento de los psiquiatras, que son los modernos cazadores de brujas;  la psiquiatría es un nuevo instrumento sibilino de dominación por parte del Establishment o por parte del Estado Totalitario; el psiquiatra substituye al verdugo, el “loco” al hereje, el sanatorio mental al campo de concentración. Cambian los métodos pero permanece la violencia. Se alimenta el círculo vicioso de la agresividad latente, de la sobrerrepresión innecesaria.

Para justificar su punto de vista Thomas S. Szasz lleva a cabo un estudio comparativo entre la inquisición y ciertas prácticas de la psiquiatría, mostrando los ingredientes represivos de la primera, elementos que pasarán a nuestros días arropados con una terminología pretendidamente científica. En el Medioevo, para ser declarado satanista bastaba con descubrir supuestos estigmas en la víctima. Una vez demostrada –o arrancada- la culpabilidad se incineraba al “poseso”. Hoy, para ser diagnosticado “enfermo mental”, basta que el psiquiatra extraiga de nosotros una “confesión” o que involuntariamente presentemos determinados “síntomas”. A continuación el  paciente –antes el hereje- será rechazado como individuo incómodo o peligroso. El círculo represivo queda cerrado. El Sistema, para su sobrevivencia, extirpa de su propio cuerpo al Otro.

En reimpresión


Datos del libro

Traducción: Ramón Ribé

Colección: Psicología

Ref.: 57

Libro impreso

ISBN: 9788472450653

Páginas: 372

Tamaño: 20x13

 

 

Autor

Libros relacionados