2 meditaciones sobre el amor incondicional
La meditación metta establece el fundamento para el desarrollo del amor incondicional. Existen varios tipos de meditación, y la repetición es clave en todos ellos. Independientemente de que estemos repitiendo las palabras de un sutta, dedicando regularmente un tiempo a la meditación o evocando sentimientos de cordialidad a lo largo del día, convertir el amor incondicional en un hábito nos ayuda a cultivarlo. Aunque el cambio puede ser imperceptible de una sesión a la siguiente, la práctica regular de la meditación del amor incondicional puede tener un efecto muy poderoso en nuestra vida y en nuestras relaciones con los demás.
Veamos a continuación dos meditaciones extraídas del libro El cultivo del amor incondicional escrito por Bhante Henepola Gunaratana que podemos utilizar como guion para nuestra práctica de la meditación del amor incondicional. Encuentra, si eres un principiante, un tiempo y lugar tranquilo para sentarte y practicar una de estas meditaciones. Lee despacio y permite que, cuando lo hagas, el amor incondicional irradie de tu corazón del modo descrito. Esta es una meditación que comienza con palabras y con ideas. Pero las palabras que presento son una mera sugerencia, de modo que puedes elegir cualquier variante o añadir algo que para ti tenga más sentido.
Estas meditaciones pueden servirte para poner en práctica los 8 caminos para el cultivo del amor incondicional
Comienza contigo como punto focal de la meditación y expande luego hacia fuera tus buenos deseos, hasta llegar a incluir a todos los seres del universo. Puede resultarte útil visualizar, en cada estadio de la práctica, personas o animales concretos. Mantenlos en tu mente hasta que sientas sinceramente amor incondicional por todos los seres. Si alguna de las categorías incluidas te resulta difícil, sé paciente y persevera en la meditación hasta que lo sientas claramente.
Focaliza tu atención en la sensación física que emerge hasta que se convierta en el destilado puro de todos tus pensamientos y sensaciones físicas. Pero no se trata tanto de una sensación como de un sentimiento, de una emoción que tiñe toda tu mente y a menudo va acompañada de sensaciones de cordialidad que impregnan la región del corazón.
Cuando con el tiempo empieces a sentirte más cómodo con esta meditación, deja a un lado las palabras, las imágenes, los seres y los estadios. Pasa entonces a metta como una cosa intangible que trasciende los pensamientos, las emociones y las sensaciones físicas.
A su debido momento, estas palabras volverán a ti, fuera de la práctica de meditación formal, cuando más las necesites. Deja que metta se convierta, de este modo, en tu segunda naturaleza.
Primera meditación
Pueda yo estar bien, ser feliz y estar en paz. Pueda estar libre de todo daño. Pueda tener siempre éxito espiritual. Pueda tener también la paciencia, el valor, la comprensión y la determinación para enfrentarme y superar las inevitables dificultades, problemas y fracasos que la vida me depare. Pueda superarlos siempre con moral, integridad, perdón, compasión, mindfulness y sabiduría.
Puedan mis padres estar bien, ser felices y estar en paz. Puedan estar libres de todo daño. Puedan tener siempre éxito espiritual. Puedan tener también la paciencia, el valor, la comprensión y la determinación para enfrentarse y superar las inevitables dificultades, problemas y fracasos que la vida les depare. Puedan superarlos siempre con moral, integridad, perdón, compasión, mindfulness y sabiduría.
Puedan mis maestros estar bien, ser felices y estar en paz. Puedan estar libres de todo daño. Puedan tener siempre éxito espiritual. Puedan tener también la paciencia, el valor, la comprensión y la determinación para enfrentarse y superar las inevitables dificultades, problemas y fracasos que la vida les depare. Puedan superarlos siempre con moral, integridad, perdón compasión, mindfulness y sabiduría.
Puedan mis parientes estar bien, ser felices y estar en paz. Puedan estar libres de todo daño. Puedan tener siempre éxito espiritual. Puedan tener también la paciencia, el valor, la comprensión y la determinación para enfrentarse y superar las inevitables dificultades, problemas y fracasos que la vida les depare. Puedan superarlos siempre con moral, integridad, perdón compasión, mindfulness y sabiduría.
Puedan mis amigos estar bien, ser felices y estar en paz. Puedan estar libres de todo daño. Puedan tener siempre éxito espiritual. Puedan tener también la paciencia, el valor, la comprensión y la determinación para enfrentarse y superar las inevitables dificultades, problemas y fracasos que la vida les depare. Puedan superarlos siempre con moral, integridad, perdón compasión, mindfulness y sabiduría.
Puedan todas las personas que me son indiferentes estar bien, ser felices y estar en paz. Puedan estar libres de todo daño. Puedan tener siempre éxito espiritual. Puedan tener también la paciencia, el valor, la comprensión y la determinación para enfrentarse y superar las inevitables dificultades, problemas y fracasos que la vida les depare. Puedan superarlos siempre con moral, integridad, perdón compasión, mindfulness y sabiduría.
Puedan todos mis enemigos estar bien, ser felices y estar en paz. Puedan estar libres de todo daño. Puedan tener siempre éxito espiritual. Puedan tener también la paciencia, el valor, la comprensión y la determinación para enfrentarse y superar las inevitables dificultades, problemas y fracasos que la vida les depare. Puedan superarlos siempre con moral, integridad, perdón compasión, mindfulness y sabiduría.
Puedan todos los seres vivos estar bien, ser felices y estar en paz. Puedan estar libres de todo daño. Puedan tener siempre éxito espiritual. Puedan tener también la paciencia, el valor, la comprensión y la determinación para enfrentarse y superar las inevitables dificultades, problemas y fracasos que la vida les depare. Puedan superarlos siempre con moral, integridad, perdón compasión, mindfulness y sabiduría.
Segunda meditación
Habiendo visto que todos los seres, como yo, tienen el mismo deseo de felicidad, desarrollo metódicamente el amor incondicional hacia todos ellos.
Pueda yo ser feliz y verme libre del sufrimiento.
Y puedan siempre, como yo, mis amigos, las personas que me son indiferentes y las personas hostiles ser también felices. Pueden todos los seres de esta aldea, de este estado, de otros países y de todos los sistemas del mundo ser también siempre felices.
Puedan ser felices todas las mujeres, los hombres, los nobles, los no nobles, los dioses, los seres humanos y los seres de los mundos inferiores.
Pueden ser felices todos los seres de las diez direcciones.
Pueda verme yo libre del odio. Pueda verme libre de la aflicción. Pueda verme libre de la preocupación. Pueda vivir felizmente y, como yo, puedan también mis padres, maestros, preceptores, amigos, personas indiferentes y personas hostiles verse libres del odio. Puedan también ellos verse libres de la aflicción. Puedan verse libres de la preocupación. Puedan vivir felices. Puedan verse liberados del sufrimiento. Puedan no verse privados de su fortuna, difícilmente adquirida.
Puedan todos los seres...
Puedan todas las cosas vivas...
Puedan todas las criaturas...
Puedan todas las personas...
Puedan todas las mujeres...
Puedan todos los hombres...
Puedan todos los nobles...
Puedan todos los no nobles...
Puedan todos los dioses...
Puedan todos los seres humanos...
Puedan todos los seres no humanos...
Puedan todos los que viven en los reinos infernales... Puedan todos los que viven en este hogar...
Puedan todos los que viven en este pueblo...
Puedan todos los que viven en este país...
Puedan todos los que viven en este mundo...
Puedan todos los que viven en esta galaxia...
Puedan todos ellos, sin excepción alguna, verse libres de la preocupación. Puedan vivir felices. Puedan verse libres del sufrimiento. Puedan no verse privados de su fortuna, difícilmente adquirida.
Puedan los que no tienen pies recibir mi amor. Puedan los que tienen dos pies recibir mi amor. Puedan los que tienen cuatro pies recibir mi amor. Puedan los que tienen muchos pies recibir mi amor.
Puedan aquellos que no tienen pies no dañarme. Puedan los que tienen dos pies no dañarme. Puedan los que tienen cuatro pies no dañarme. Puedan los que tienen muchos pies no dañarme.
Puedan todos los seres, toda forma de vida, todos los que han nacido, absolutamente todos, ver lo que es bueno y no verse afectados por el sufrimiento.
Puedan los que sufren verse libres del sufrimiento. Puedan los que estén atrapados por el miedo verse libres del miedo. Puedan los que se esfuerzan en liberarse de la aflicción verse libres de la aflicción.
Puedan todos los seres, desde los reinos inferiores de la existencia hasta los más elevados, con forma o sin ella, perfectos o imperfectos, verse libres de todo sufrimiento y alcanzar la paz completa.