Los estados límite definidos por Joan Halifax en su libro 'Al borde del abismo'

Joan Halifax señala cinco estados límite como punto de partida de su último libro, Al borde del abismo, y explica en este fragmento del libro por qué tienen una doble vertiente, que puede pasar de ser positiva a negativa.

Con el paso de los años, he tomado progresivamente consciencia de cinco cualidades internas e interpersonales imprescindibles para una vida compasiva y valiente y sin las cuales no podemos estar al servicio, ni tampoco sobrevivir. Pero si estos valiosos recursos se deterioran, se pueden manifestar como paisajes peligrosos y dañinos. He llamado a estas cualidades bivalentes estados límite.

Los estados límite son el altruismo, la empatía, la integridad, el respeto y la implicación, valores de una mente y un corazón que ejemplifican el cuidado, la conexión, la virtud y la fortaleza. No obstante, si perdemos el equilibrio firme en los elevados riscos de cualquiera de esas cualidades, podemos caer en un lodazal de sufrimiento donde nos veremos atrapados en las aguas tóxicas y caóticas de los aspectos nocivos de un estado límite.

ALTRUISMO

El altruismo puede convertirse en altruismo patológico. Las acciones desinteresadas al servicio de los demás son esenciales para el bienestar de la sociedad y del mundo natural. Pero en ocasiones nuestros actos aparentemente altruistas nos lastiman, lastiman a quienes estamos tratando de servir o dañan a las instituciones donde servimos.

EMPATÍA

La empatía puede resbalar hacia la angustia empática. Cuando somos capaces de sentir el sufrimiento de otra persona, la empatía nos acerca más a los demás, nos puede inspirar a servir y a expandir nuestra comprensión del mundo. Pero si asumimos demasiado el sufrimiento de otra persona y nos identificamos muy intensamente con él, podemos acabar dañados e incapaces de actuar.

INTEGRIDAD

La integridad apunta a tener fuertes principios morales. Pero cuando nos implicamos o presenciamos actos que violan nuestro sentido de integridad, de justicia o de beneficencia, el resultado puede ser sufrimiento moral.

RESPETO

El respeto es considerar con alta estima a los seres y las cosas. El respeto puede naufragar en las aguas pantanosas de la falta de respeto tóxica, cuando vamos en contra de los valores y los principios del civismo o denigramos a los demás o a nosotros mismos.

IMPLICACIÓN

La implicación en nuestro trabajo puede dar propósito y significado a nuestras vidas, sobre todo si nuestro trabajo sirve a los demás. Pero el exceso de trabajo, un lugar de trabajo nocivo o la experiencia de la falta de eficacia pueden conducir al burnout o agotamiento, y desembocar en un colapso físico y psicológico.

Como un médico que diagnostica una enfermedad antes de recomendar un tratamiento, me sentí obligada a explorar el aspecto destructivo de estas cinco cualidades humanas virtuosas. Por el camino, me sorprendió aprender que incluso en sus formas degradadas, los estados límite pueden enseñarnos y fortalecernos, igual que los huesos y los músculos se fortalecen cuando se exponen al estrés, y si se rompen o desgarran, si se dan las circunstancias adecuadas se pueden curar y acabar siendo más fuertes que antes de la lesión.

Dicho de otro modo, perder el pie y resbalar por la pendiente del daño no tiene por qué ser necesariamente una catástrofe terminal. Nuestras mayores dificultades nos pueden aportar humildad, perspectiva y sabiduría.

En su libro [1] La soberanía del bien (1970), Iris Murdoch definió la humildad como «un respeto desinteresado por la realidad». Escribe que «nuestra imagen de nosotros mismos se ha vuelto demasiado grande». Eso lo descubrí al sentarme en la cama de los moribundos y al estar con los cuidadores. Hacer este trabajo íntimo con los que estaban muriendo y con quienes los cuidaban me hizo ver qué gravosos pueden ser los costes del sufrimiento tanto para el paciente como para el que cuida. Desde ese momento, he aprendido de maestros, abogados, directivos, defensores de los derechos humanos y padres que ellos pueden experimentar lo mismo. Entonces recordé algo profundamente importante y al mismo tiempo totalmente obvio: que la salida de la tormenta y del fango del sufrimiento, el camino de vuelta a la libertad en el límite más alto de la fuerza y el coraje, reside en el poder de la compasión. Esta es la razón por la que me zambullí en el intento de comprender qué son los estados límite y cómo pueden moldear nuestras vidas y la vida del mundo.

Notas:

  1. Iris Murdoch, The Sovereignty of Good (Londres: Routledge and Kegan Paul Books, 1970).

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