Relacionarse
Con el mundo, uno mismo y los demás
Jiddu Krishnamurti
La vida es relación. Nos relacionamos unos con otros, con nuestras familias, con el trabajo, el dinero, la sociedad, la tierra y el universo. El conjunto de nuestras relaciones forma la sociedad; y la sociedad somos nosotros. Así, lo que cada uno de nosotros es en la relación contribuirá a crear la sociedad en que vivimos: si somos celosos, tenemos prejuicios, somos agresivos, ambiciosos, autocompasivos, depresivos o exclusivos en nuestras relaciones, entonces formaremos una sociedad desquiciada.
A pesar de la importancia del tema, en nuestras escuelas apenas se educa en la relación. Nos dan conocimientos técnicos, nos enseñan cómo ganarnos la vida pero no cómo vivir, de modo que cada uno debe aprender por sí mismo el arte de la relación, el arte de vivir.
La clave, según Krishnamurti, consiste en entender el propio pensamiento, indagar en nuestras inclinaciones, en las limitaciones biológicas, desvelar los prejuicios personales, nuestros temores, heridas, enojos... Porque el conocimiento de uno mismo es la esencia de la relación.
Con el mundo, uno mismo y los demás
Jiddu Krishnamurti
La vida es relación. Nos relacionamos unos con otros, con nuestras familias, con el trabajo, el dinero, la sociedad, la tierra y el universo. El conjunto de nuestras relaciones forma la sociedad; y la sociedad somos nosotros. Así, lo que cada uno de nosotros es en la relación contribuirá a crear la sociedad en que vivimos: si somos celosos, tenemos prejuicios, somos agresivos, ambiciosos, autocompasivos, depresivos o exclusivos en nuestras relaciones, entonces formaremos una sociedad desquiciada.
A pesar de la importancia del tema, en nuestras escuelas apenas se educa en la relación. Nos dan conocimientos técnicos, nos enseñan cómo ganarnos la vida pero no cómo vivir, de modo que cada uno debe aprender por sí mismo el arte de la relación, el arte de vivir.
La clave, según Krishnamurti, consiste en entender el propio pensamiento, indagar en nuestras inclinaciones, en las limitaciones biológicas, desvelar los prejuicios personales, nuestros temores, heridas, enojos... Porque el conocimiento de uno mismo es la esencia de la relación.
Con el mundo, uno mismo y los demás
Jiddu Krishnamurti
La vida es relación. Nos relacionamos unos con otros, con nuestras familias, con el trabajo, el dinero, la sociedad, la tierra y el universo. El conjunto de nuestras relaciones forma la sociedad; y la sociedad somos nosotros. Así, lo que cada uno de nosotros es en la relación contribuirá a crear la sociedad en que vivimos: si somos celosos, tenemos prejuicios, somos agresivos, ambiciosos, autocompasivos, depresivos o exclusivos en nuestras relaciones, entonces formaremos una sociedad desquiciada.
A pesar de la importancia del tema, en nuestras escuelas apenas se educa en la relación. Nos dan conocimientos técnicos, nos enseñan cómo ganarnos la vida pero no cómo vivir, de modo que cada uno debe aprender por sí mismo el arte de la relación, el arte de vivir.
La clave, según Krishnamurti, consiste en entender el propio pensamiento, indagar en nuestras inclinaciones, en las limitaciones biológicas, desvelar los prejuicios personales, nuestros temores, heridas, enojos... Porque el conocimiento de uno mismo es la esencia de la relación.
Formatos disponibles
Datos del libro
Traducción: María Nieves Planas Arruti
Colección: Sabiduría perenne
Ref.: 704
Libro impreso
ISBN: 9788499881317
Páginas: 192
Tamaño: 13 x 20
Autor
Jiddu Krishnamurti (1895 - 1986) nació en el sur de la India y se educó en Inglaterra. Dedicó toda su vida a conversar con seres humanos de todas las razas y condiciones, transmitiendo un mensaje tan claro como iluminador: cada cual ha de encontrar por sí mismo la raíz de su propia libertad. Rechazó con vehemencia el papel de gurú que muchos le querían asignar, afirmando que la verdad es “un país sin camino” ajeno a cualquier religión, filosofía o secta.
Sus charlas y diálogos están recogidos en numerosos libros, muchos de los cuales han sido publicados por Kairós.
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«El deseo y el pensamiento son parte del «yo», que es tiempo. Cuando el deseo y el tiempo terminan totalmente, entonces no hay absolutamente nada y, por tanto, eso es el universo, ese vacío que está lleno de energía».
«Decíamos que el tiempo psicológico es conflicto, que el tiempo es el enemigo del hombre. Y ese enemigo ha existido desde el principio del hombre».
«Si lo que hay entre nosotros solo es intelectual o verbal, eso no es relación» J. Krishnamurti
«La acción siempre será egocéntrica mientras no experimentemos verdaderamente por nosotros mismos el hecho de que solo existe el pensamiento y no el pensador.» J. Krishnamurti